La resilencia, como definición, es una actitud positiva para hacer frente a las dificultades. La idea es enseñar desde niño este concepto para poder aplicarlo el resto de nuestra vida. 

La primera resilencia es proporcionada por los protegitores, es decir, los padres. Se trata de que ellos deben de construir una buena base para que el niño cuando vaya afrontando los problemas de la vida, lo haga y encima salga fortalecido. Después existe la resilencia secundaria, que es la que aportan los factores externos: amigos, profesores, experiencias… 

¿En qué bases se construye la resilencia? 

  • Conexiones afectivas con los demás. 
  • Compartir tus problemas con otras personas ayuda a afrontarlos. 
  • Pasar página con algunos problemas. 
  • Y darle un toque de humor a la situación 

Dos aspectos dificultan la resilencia y es el miedo y el huir de los problemas por una baja autoestima. 

¿Cómo ayudar a nuestros hijos a que sean resilentes? 

  • Apoyo social 
  • Comunicarse mucho con él. 
  • Hacer que cuide sus relaciones sociales 
  • Ayudarle a que afronte el estrés de forma sana 
  • Realizar técnicas para que no sufra de baja autoestima. 
  • Reconocer y valorar los logros 

Según Eres mamá las cuatro frases de la resilencia son tengo, puedo, soy y estoy. Cuatro conceptos que lo definen a la perfección. Esperamos que este artículo te haya ayudado a comprender un poco más qué significa este término y porque está tan de moda últimamente. Ya sabéis que podéis preguntar lo que necesitéis en un comentario. ¡Hasta la próxima familias! 

Bibliografía: 

https://enfamilia.aeped.es 

https://www.eldiario.es ( artículo realizado sobre la resilencia) 

https://eresmama.com