Hoy queremos hablaros sobre la forma de gestionar los gritos de los peques, cuando lloran intensamente.

Esto es algo que muchos peques tienen por costumbre para reclamar tu atención.

Pero, en escenarios públicos puede resultar bastante incómodo, e incluso en el hogar podemos llegar a perder los papeles.

Por eso, hoy desde Escuela Infantil Elisa Tomás Yusti hablamos sobre gestionar el llanto de los más pequeños.

El llanto de un niño puede llegar a resultar desesperante, especialmente si acaba por convertirse en un griterío.

¿Por qué es importante intervenir en estas situaciones?

En edades tempranas, es muy común que los peques recurran al llanto con gritos para llamar tu atención.

Y, lo que es peor, su propio llanto les agobia e incomoda más y más, por lo que les es complicado parar.

Lo primero que debemos saber, es que nuestra actuación en los primeros años de vida es primordial.

Entre otras cosas, porque les ayuda a desarrollar sus habilidades sociales y su autonomía.

¿Qué estrategias podemos emplear ante este tipo de situaciones?

Entender por qué llora y grita

Debemos empatizar con los sentimientos del peque, para entender la razón de su rabieta.

Esto dependerá mucho del carácter del peque, y sobre todo de su temperamento, que responde a su perfil biológico.

Los expertos destacan que existen dos tipos de perfiles en los peques de poca edad.

El “estilo de temperamento difícil”, que son aquellos niños que por naturaleza son inquietos y tienden a enfadarse rápido.

Por otro lado, el “estilo de temperamento fácil”, para aquellos niños que tienen naturaleza tranquila y rabietas puntuales.

En ambos casos, debemos ser capaz de empatizar y ofrecerles argumentos sencillos o gestos de cariño que les ayuden a calmarse.

No ceder a todos sus deseos

Darle todo lo que pide, tampoco es una forma de hacerle entender que gritar no está bien, más bien lo alienta a seguir.

Dile que no le comprendes

Puede parecer sencillo, pero aguantar el tipo cuando un peque grita el público y todos te miran no lo es.

Lo importante es que razones con él, y le digas que si te habla a gritos y llorando no le entiendes.

De esta forma, poco a poco tendrá que aprender a auto controlarse.

Bibliografía